Apagaré las señales de humo,

arrugaré cada poema que te cante

y,

sangrando boleros,

me moveré de este lugar llamado espera.

Llevo abrazos intactos,

besos osados

y caricias escrupulosas

No tienes con qué pagarme.

Me debes tiempo

me temes.

Te me haces frágil
te pierdo poco a poco,
con cada roce.
El cielo se adormece con melodías innombrables.
Yo te necesito y no vendrás a mí.

Sujétame fuerte
nada me arrastra si tus brazos - nudos están.
Guaréceme en tu silencio blindado,
desaparéceme 
y enfrenta mis deseos con tu voz


Desgástame,
sé de mí


Llámame nada,
quiéreme todo.

Desperezo mi cuerpo como si fuese posible largarte a pedazos
pero es inútil.
Me permito un absurdo por día:
ayer fue escribirte
mañana será esperarte
o 
quizás 
bostece premeditadamente y sin educación,
le dé mordiscos al tiempo,
o simplemente barra el polvo de mis ganas por ti.


Yo veré que hacer conmigo
solo
conmigo.

Con mis manos deshago 
líquidos imposibles
sobre una arena que nunca será mía
Diluyo toques huérfanos
Remojo 
silencios devotos
paños de agua fría
angustias salvajes
y un sol.


Derramo deseo


despido sinrazones 
acabándome.